RINCÓN del TIBET

Tienes que dar la vuelta y seguir tu camino sin mirar atrás

la vuelta

A veces es necesario dar la vuelta y seguir nuestro camino sin mirar atrás…

Muchas veces en la vida nos enfrentamos a situaciones que no nos dejan muchas opciones en cuanto a mantener nuestra salud emocional se refiere. Evidentemente cuando decidimos tomar cualquier camino en nuestras vidas, por lo menos a nivel consciente deseamos que todo evolucione de manera favorable y con las condiciones necesarias para seguir avanzando. Sin embargo, esto no tiene que coincidir con la realidad.

Por diversos motivos podemos vernos forzados a marcar nuestra retirada, pero ello solo ocurre cuando aceptamos que ese camino no nos conducirá a donde queremos y que no hay mucho de lo cual disfrutar en el trayecto. Para ello necesitamos muchas veces quitarnos las gríngolas que solemos colocarnos cuando nos negamos a ver lo que está justo allí.

Ciertamente no debemos nunca apresurarnos en dar la vuelta, más cuando vamos a tomar decisiones que nos marcarán de forma definitiva, debemos asegurarnos de haber hecho lo posible, de haber dado lo mejor y de haber agotado los recursos para poder, sin remordimientos y sin dudas, tomar alguna decisión que defina nuestro camino.

Si sentimos que ya lo hemos dado todo o que sencillamente no queremos dar algo  más ya sería demasiado, en cuanto a nuestro equilibrio, bienestar y dignidad, pues lo mejor es simplemente tomar lo bueno de esa experiencia y dar la vuelta. Incluso si pensemos que retrocedemos, solo entendamos que los caminos no se vuelven a recorrer, cada camino cambia a medida que nosotros cambiamos, cada camino nos muestra lo que debemos ver a nuestro paso.

Al dar la vuelta nos seguirá doliendo… Desde que por algún motivo comenzamos a pensar que debíamos cambiar nuestro rumbo, comenzó a doler, comenzaron a manifestarse las frustraciones por sueños rotos, la rabia y la vez la nostalgia por el tiempo invertido, por haber perdido lo que en algún momento se tuvo, por los momentos vividos, por tener que aceptar que las cosas se transformaban en algo que ya no nos llenaba… Dolió y duele… y así será hasta que sencillamente el tiempo nos ayude a sanar y coloque todo en donde debe estar.

Antes de dar la vuelta a veces queremos respuestas rápidas, explicaciones y hasta ilustraciones de las causas por las cuales debemos aceptar que eso no era para nosotros y toda nuestra inversión se perdió… Esas respuestas suelen tardan, pero cuando son evidentes ante nuestros ojos, es porque ya estamos sanados del todo y estamos viviendo una experiencia que por sí sola explica por qué no funcionó previamente, todo lo que ganamos y cómo nos transformamos. A fin de cuentas de lo más pequeño a lo más grande que nos ocurre es una oportunidad para crecer.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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