A quien actúa con maldad, hay que desearle suerte, tarde o temprano la va a necesitar
Definitivamente, todos deberíamos tener claro que absolutamente todo lo que hacemos tiene una consecuencia, lo cual corresponde a la ley de causa y efecto, una de las que compone lo que conocemos como el karma. Así que quien actúa con maldad sabe que tarde o temprano le llegaran sus consecuencias.
Muchas personas actúan a la ligera, haciendo malas acciones sin importarles el daño que generan en otros, sin importar los efectos colaterales y obviamente sin considerar que lo que están sembrando el día de hoy, representará la cosecha que recogerán mañana.
Todos tenemos un lado positivo y un lado negativo, nadie es completamente bueno o malo, pero tienden a estar de un lado o del otro por lo que prevalece en su interior. Veamos cómo lo expresa esta leyenda cherokee, que nos invita a reflexionar sobre este tema:
Dos lobos
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla
que ocurre en el interior de las personas.
Él dijo, “Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros”.
“Uno es Malvado – Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.
“El otro es Bueno – Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad,
benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: “Aquél al que tú alimentes.
Ahora bien, todo aquel que alimente su lado oscuro, será propenso a cometer actos de maldad, para esa persona será natural actuar de una manera determinada, porque lo asocia a su naturaleza, pero a este tipo de personas la vida no tarda mucho en demostrarles, que lo que se hace, se paga. Así como las buenas acciones siempre abonan el terreno para recibir bendiciones, las malas acciones son la puerta perfecta para que entre todo aquello que sintoniza con esa energía.
Las personas que actúan con maldad, ya tienen suficientes con ellas mismas, no es necesario, desearles una lección, menos que le vaya mal… La vida se encarga de demostrarles que sembrar maldad no es un buen negocio.
Si somos un poco compasivos y nos permitimos ver más allá de nuestro ego, podremos mantener a esas personas en nuestras mentes, así sea por unos instantes, solo para enviarles buenas energías, buenos deseos y si creen en la suerte pues también, estas personas necesitan luz en sus vidas y algunas veces la única forma de ayudarles en a través de nuestros pensamientos, siempre y cuando estos no sintonicen justo con las acciones que podemos juzgar, sino que aporten y ayuden a aligerar los caminos de quienes lo necesitan.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet