RINCÓN del TIBET

18 MANERAS DE ESTROPEAR UNA AMISTAD

18 Maneras de estropear una amistad
A veces comienzas una relación de amistad con una persona y, ya que la conoces mejor, descubres algo que suele hacer y a ti no te gusta.
¿De qué estamos hablando? ¿Qué tipo de cosas pueden resultarte molestas o nocivas de este nuevo amigo?

Recopilemos un puñado de conductas tóxicas y frecuentes entre “amigos”, si te parece.
¡Ah! Y, aunque diga “amigo”, se entiende que también incluye a las “amigas”.
1. Hace de menos a la gente: Insulta, ridiculiza, desprecia y se burla de otros. ¿Quién te dice que tú no seas el próximo?
2. Afectivamente es un muro de hormigón. Da igual que le cuentes un problema o que le des buenas noticias. Le importa un rábano cómo te sientas.
3. Te envidia. No se alegra por lo que tienen los demás. Si acaso, ésa es una razón para detestarlos. Y tú no te libras. Tampoco se alegra de lo que tú tienes si él no puede tenerlo.
4. Te da malos consejos adrede. Sí, para ver cómo te estrellas.
5. Te quiere mucho… cuando necesita favores. Insiste de buenas y, si tú te niegas, cambia de táctica. Tienes que darle lo que quiere, porque si no te conviertes en la peor persona del mundo para él.
6. Olvida lo que le has dado. Pocas veces te da las gracias por lo que haces por él. Cree que se lo merece todo.
7. Tienes algo que le interesa. No, no eres tú. Es tu pareja, tu dinero, tus contactos o a saber…
Vale. La amistad es una relación en la que las dos partes dan y reciben. Pero el cariño se supone que también forma parte de esta relación y aquí no aparece. En lugar de amistad, quizás podría llamarse… ¿negocio?
8. Divulga lo que le cuentas, ya sean secretos que le confías o detalles de tu vida privada que los amigos no suelen contar (se supone). Aquí hay que hacer distinciones. Está el amigo que divulga cuestiones sobre tu vida y le importa poco hacerte daño. También está el que es chismosillo y no sabe guardar secretos. Y, por último, está el que habla de tus problemas con otra persona para encontrar un modo de ayudarte, porque de veras le preocupas.
Al último no se le puede llamar “mal amigo”, ¿no crees?
9. Esparce rumores falsos sobre tu persona. No puedes creerte la cantidad de infamias que ha vertido a tus espaldas. Qué shock cuando lo descubres…
10. Es falso. Cuando está contigo, su cara es de no haber roto un plato. Qué bueno es. Qué cosas más bonitas te dice… Detrás de ti, te enteras de que te pone verde.
11. Te trata con condescendencia. Por el motivo que sea, se siente superior a ti y te lo deja caer cada vez que puede, como quien no quiere la cosa. Es como si te estuviera haciendo un favor siendo tu amigo.
12. Es egoísta hasta la médula. Si lo que le propones no acarrea ningún beneficio para él, no cuentes con su esfuerzo.
13. Engaña. Es deshonesto y saca partido de otros (pardillos) sin cortarse un pelo. Como poco, es una mala influencia, ¿no?
14. Te sume en el pozo del pesimismo. Sólo te habla de dramas, problemas y quebrantos. Y, cuando tú le comentas algún plan, no le faltan argumentos para alimentar tu miedo y tu inseguridad. Ésta es una pobre personita. Merece compasión. Pero, si estás mucho tiempo a su lado, tu energía y tus ganas de vivir se van por el sumider
15. Está muy ocupado para ti. Con éste, despreocúpate. Mucho tiempo no vas a pasar a su lado. Es raro que puedas contar con él.
16. Es demasiado dependiente, posesivo, asfixiante. (¿Quién dice que esto sólo pasa entre parejas románticas?) Hay amigos así de absorbentes, que te montan un drama cuando das un paso por tu cuenta y no les avisas.
17. Te insta a hacer cosas que no quieres. Te presiona. Te lleva por un camino que tú no quieres ir.
18. Te deja tirado. Ya en el mal camino, si hay problemas te las arreglas por tu cuenta. ¡Hala! Todo el paquete para ti

 

Conclusiones de todo lo anterior
1. Como te habrás dado cuenta, unas acciones son más nocivas que otras. Y, dentro de eso, también varía la intensidad en muchas de ellas. (Por ejemplo: No es lo mismo que yo te presione para que veas conmigo una película que detestas, que te insista en que nos vayamos a robar carteras.)
2. Todos somos imperfectos y cometemos errores. Es más, algunos “amigos tóxicos” o “semitóxicos” ni tan siquiera saben que lo son. Yo misma he caído en varios puntos de la extensa lista de arriba y me he dado cuenta a posteriori.
3. Muchos de estos problemas se arreglan hablándolos. Algunos amigos no se dan cuenta de que a ti te hacen mal con su acciones (el que critica mucho, el que cotillea hasta con su sombra, el que se queja sin cesar…). Tú puedes decirles cómo te sientes cuando ellos hacen tal cosa y la amistad puede continuar.
4. Otras veces no te escuchan. O, si te escuchan, tu opinión no les sirve. En ese caso, eres tú quien tiene que decidir si romper la amistad o quedarte a su lado.
5. No puedes cambiar a otra persona. Ni tan siquiera ayudarle a cambiar, cuando esa persona no está por la labor. Lo que sí puedes hacer es elegir al lado de quién quieres estar.

 

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