Vale más una distancia sincera, que una cercanía falsa…
En la vida nos encontramos en situaciones múltiples, las experiencias nos enfrentan a muchos escenarios y entre ellos, se encuentra el paso constante de personas por nuestra vida, algunas se quedan, otras se van, con gusto o disgusto, no siempre podemos mantener cercanía con quienes amamos y en otros casos, nos mantenemos cerca de quienes deberían estar lejos, el caso es que nada pasa por casualidad, todo tiene una razón de ser, sin embargo, siempre será preferible una distancia basada en la sinceridad a una cercanía de falsedades y conflictos.
Ningún legado es tan rico como la honestidad. William Shakespeare
Las relaciones humanas definen muchas emociones en nuestra vida, y aunque el deseo es tratar de mantener la armonía en general con quienes nos rodean, no siempre podemos recibir de los demás aquello que esperamos, entre ello la sinceridad, por el contrario, en muchas oportunidades, las decepciones más duras provienen de quienes menos esperamos y el apoyo más sincero de quienes menos pensamos.
Las distancias que nos separan de las personas, despiertan dudas, emociones y sensaciones que quizás no percibimos en la cercanía, sin embargo, no importa cuan lejos estemos de una persona, si la distancia mantiene la sinceridad, la honestidad y la transparencia, valdrá la pena en todos los sentidos, cada kilómetro de distancia, pues aunque podamos estar lejos de quienes amamos, siempre que nos dediquemos a preservar la confianza, cada encuentro con esa persona será único.
Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe. Miguel de Cervantes
Por otra parte, podemos rodearnos de muchas personas, mantenerlas cerca, verlas constantemente e incluso dejarnos influenciar por sus opiniones, más si la relación se basa en la hipocresía, es preferible recorrer solos gran parte del camino.
Desarrollar la capacidad para diferenciar entre aquellas relaciones lejanas pero sinceras y las cercanías falsas, nos puede ahorrar muchos tragos amargos en la vida, además de contribuir a la valoración de las relaciones que realmente vale la pena mantener en nuestra vida y aquellas relaciones que no reúnen las condiciones para hacerlas permanentes en nuestra vida, especialmente si estamos constantemente influenciados por esas personas cercanas, pero llenas de hipocresía.
Fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos. Pedro Calderón de la Barca
Siempre valdrá más la honestidad, aunque esté lejos, que la cercanía destructiva, que las relaciones tóxicas, que las intenciones negativas de personas que aparentan ser nuestros afines, que pretenden estar interesados en nuestra tranquilidad y en nuestra felicidad y no es así en realidad. Es preferible mantener relaciones lejanas, pero claras y puras, esas personas con las cuales podemos conversar abiertamente, sin temores ni pensamientos dañinos y aunque se encuentren en la distancia, siempre tendrán un pensamiento de amor para nosotros y un verdadero deseo de que nuestros caminos se abran, incluso tener que sacrificarse en la distancia para ello.
Valora las relaciones transparentes en tu vida, por dura que sea la verdad, siempre debemos agradecer la presencia de aquellas personas que traen sinceridad a nuestra vida, que hacen llegar a nosotros, los momentos de honestidad que nos ofrecen, pero que de alguna manera limpian nuestros caminos y renuevan nuestra vida.
De igual manera, debemos tener la valentía de depurar nuestro entorno de quienes no necesitamos y no aportan más que malas energías a nuestro espacio, a nuestro tiempo y a nuestras ideas.