Si vas a esperar por alguien, procura establecer un límite de tiempo
Algunas veces, especialmente por amor, decidimos esperar por alguien, entendiéndose por esto, reservar una posición para esa persona que por un motivo u otro no está preparado para ocuparla. Pero si vas a hacerlo tienes que establecer un limite de tiempo.
Esperamos que una persona madure, regrese, cumpla un proyecto, queme alguna etapa, se estabilice, quiera, o cualquier otra cosa que le impida en el momento presente estar efectivamente como quisiéramos en nuestras vidas, pero no puedes esperar toda la vida para eso, es necesario que establezcas un limite de tiempo.
El esperar es una decisión personal, por lo que no debemos responsabilizar a nadie de invertir nuestro tiempo y energías en ello, ni siquiera a esa persona que podemos estar esperando. Por lo que resulta útil entender que si lo vamos a hacer no debe implicar culpas, reproches o resentimientos.
Ciertamente a algunas personas les cuesta más que a otras el esperar, especialmente a las personas controladoras, ansiosas o que no se las llevan bien con altas dosis de incertidumbre, se les hace muy complicado. Lo cual traduce la espera en una tortura. Estas personas podrían proyectarse a futuro antes de tomar una decisión que les afecte de manera significativa su tranquilidad.
El puntos es que aun cuando contemos o no con un perfil que nos facilite una espera acotada o indefinida, debemos ser responsables con nosotros mismos estableciendo cuánto tiempo vamos a esperar por alguien más. Porque si de nuestra parte no implica hacer absolutamente nada, pues no tendrá mayores repercusiones, pero por lo general una espera trae consigo, dejar de hacer cosas, limitar el acceso a nuestras vidas de otras personas, no enfocarnos en algo o alguien, reservar privilegios… y esto lleva consigo un componente emocional.
Ese componente emocional, esa sensación quizás de vacío, de incertidumbre, resulta muchas veces desagradable, simplemente porque no es lo que preferiríamos, porque de ser nuestra elección muy probablemente esa persona por la cual esperamos estaría aquí y de la manera que queremos. Si no nos sentimos cómodos, no quiere decir que no podamos sostener esa situación, sino que debe ser finito el tiempo que permanezcamos allí.
Si hemos pensado que esa persona vale la espera, pues bien, pero asegurémonos de no excedernos en el tiempo y en las energías invertidas. Y para hacerlo a medias, es mejor no hacerlo o ser lo suficientemente francos en el proceso para no lastimar al otro, si esto es posible, y no hacerlo con nosotros mismos.
Procura no engancharte con actitudes que te limiten, más que la misma espera. Haz las cosas con y por amor, pero recuerda que tu primera responsabilidad es contigo mismo y que el amor más grande te lo debes a ti. Todos los aspectos de tu vida tienen un limite de tiempo.
Si vas a esperar por alguien, hazlo desde lo que resulte manejable para ti y te permita estar en bienestar, por un limite de tiempo que tu definas, si en ese plazo esa persona no llega a ti de la manera en que te hubiese gustado, o bien no ejecuta una promesa, no toma una acción esperada… permítete continuar, la vida pasa muy rápido como para ponerle pausa… Las únicas personas que dejan de vivir cuando apretamos ese botón, somos nosotros mismos.
Para todo lo que vayas a esperar en tu vida, tienes que establecer un limite de tiempo…
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet