Relaciones Infelices: Lloras más de lo que ríes?
Las relaciones infelices, ésas que sacan lágrimas y sustituyen los sentimientos de amor por sentimientos negativos como odio, rencor, resentimiento, desolación constituyen un alto porcentaje de las uniones en pareja.
Creemos que el amor es infalible y olvidamos algo elemental para la supervivencia amorosa: no todas las propuestas afectivas son convenientes para nuestro bienestar.
Walter Riso
Existen una serie de conductas que frecuentemente están presentes en las personas que viven en relaciones infelices
Problemas de comunicación: La pareja es carente de herramientas que le permitan tener una comunicación efectiva, donde se planteen límites, proyectos, intereses, etc.
Agresión: Bien sea física o verbal, puede existir violencia hacia la pareja, desvalorizándola y fracturando la moral, generando heridas psicológicas y físicas que solo alimentan el rencor, el resentimiento, la necesidad de venganza y el miedo.
Perfeccionismo: Se está siempre criticando a la pareja, buscando mejoras, intentando cambiarla, intentando llenar expectativas de modelos idealizados.
Crítica: Siempre se resalta el punto negro en la hoja blanca. Las cosas negativas toman protagonismo y se realiza un esfuerzo constante por ubicarlas y hacer notar su existencia.
Falta de reconocimiento: Las buenas acciones nunca son vistas, o al menos nunca son reconocidas.
Infidelidad: Los intereses de una o las dos partes no están enfocados en la pareja. Sino en una tercera persona con quienes se comparten los mejores momentos con la mejor disposición.
Egoísmo: Uno o ambos integrantes de la pareja vela por solo por sus propios intereses y sus acciones están enfocados en la realización personal como individuo sin fomentar logros en pareja.
Falta de intimidad: Las relaciones sexuales son poco frecuentes y los contactos físicos como besos, mimos y abrazos, son escasos.
Desatención: Ausencia o pérdida de interés en suplir las necesidades de la pareja en cualquier ámbito, sexual o amistoso.
Si te encuentras en una relación infeliz, donde has agotado los recursos para mejorarla, donde tus esfuerzos han sido en vano y donde te sientes en una prisión en medio desolación y la amargura, es recomendable cambiar el rumbo, quitarte las cadenas de los miedos bien sea a la soledad, a criar a tus hijos sin la presencia permanente de tu pareja, a no encontrar alguien más con quien compartir tu vida o cualquier otro que debes identificar y superar.
Más miedo da estar en una relación que te irrespete y te haga infeliz, miedo da anularse como ser humano en un proceso que debería llenarte de alegría, miedo da despertar con 100 años al lado de la persona que apagó tu sonrisa y secó tu corazón.
Cuando vives sin felicidad, poco a poco te acostumbras a la infelicidad. Uno no debería tolerar la infelicidad nunca, ni siquiera un momento. Puede que haya estado bien vivir con cierta persona en el pasado, que te haya dado alegría, pero si ya no resulta, tienes que dejarlo. No te acostumbres a la infelicidad, porque es venenoso
Osho
Nacimos para amar y ser amados… De la mejor manera posible.