Qué poco tiene el que mucho hace alarde…
Alardear nunca es buena señal, cuando somos felices no es necesario gritarlo a los cuatro vientos especialmente porque la envidia tiene sueño ligero, sin embargo existen personas que viven constantemente aparentando tener mas de lo que tienen y eso se les convierte en costumbre y casi en una necesidad en su vida, su círculo de amistades y hasta su pareja, pasan a formar parte de esta especie de dinámica, en la cual tener nunca es suficiente, entre más se tiene mejor y cualquier vestigio de competencia por parte de otra persona, eleva a su máxima potencia esta necesidad.
Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos. Nicolás Maquiavelo
Así como conocemos a las personas más por lo que dicen de los demás, que por lo que se dice de ellas mismas, lo mismo ocurre con esas personas que suelen alardear constantemente de lo que tienen, que suelen mostrar más de lo que poseen y para las cuales el tema económico y material, marca gran pauta en su vida y representa un espacio que necesitan reforzar constantemente.
Es en esos casos, donde nos damos cuenta de que poco poseen estas personas, poco en valores, en amor, en verdaderos principios y en ese conocimiento sobre lo que verdaderamente vale la pena, sobre las emociones y las virtudes del ser humano que realmente se deben cultivar, compartir y transmitir a los demás, no son los bienes materiales los que nos brindan la felicidad, para error de muchos que pasan gran parte de su vida pensando que entre más dinero, más felicidad.
Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son. Giacomo Leopardi
En algún momento de la vida de cada quien, se aprende la experiencia, de que las posesiones y los bienes materiales no nos dan la felicidad deseada y buscada, y aunque pensemos que por más que acumulemos riquezas y que tengamos posesiones seremos más dichosos, tarde o temprano nos damos cuenta de esta gran farsa y de que ni aún teniendo el mayor oro del mundo, podemos conseguir la dicha y la plenitud que nos puede brindar cualquier otro sentimiento, como la compañía y el amor verdadero pueden dar.
Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios. Rainer Rilke
El ser humano es complejo, las emociones, los sentimientos y los distintos enfoques, nos enseñan que debemos respetar la manera de cada quien de llevar su vida, pero también es cierto, que de anteojo puede percibirse una persona cuando vive de las apariencias y de las posesiones materiales, porque en su rostro es un tanto difícil sostener la sonrisa, porque carece de espontaneidad, porque todo en su mundo es superficial y transitorio y porque todos sus sacrificios están dirigidos a algún bien material o beneficio económico.
La mayor riqueza de una persona se lleva en el alma, en la experiencia, en la sabiduría y en la capacidad de amar, ningún bien material por preciado que sea puede representar abundancia, la diferencia está en definitiva, en la percepción que tiene cada persona respecto a lo que realmente enriquece en la vida…
También te invitamos a visitar:
Dónde radica la verdadera libertad?…
Siete Reglas de Paracelso para cambiar tu vida
DIEZ CONSEJOS DEL LAMA KALU RINPOCHÉ.
La Ley del “Dharma”, o el propósito en la vida por Deepak Chopra