No te preocupes por el “Qué dirán”. Sé tú mismo, y sobre todo, sé feliz
Dejarnos afectar por lo que se dice de nosotros, es algo que casi todo ser humano ha pasado alguna vez, incluso muchas personas basan su vida en el que dirán, tanto para bien como para mal, de alguna manera nos sentimos condicionados a los comentarios y a la impresión que causamos en las demás personas.
Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas. Tácito
Vivir de la vida ajena, es un mal hábito que cada vez se hace más común, de alguna manera las personas han dejado de prestar atención a sus propias vidas y comienzan a interesarse de más por la vida del otro y lamentablemente esta energía que se ha ido multiplicando, afecta directa o indirectamente a las otras personas, tanto es hoy día la necesidad de encajar en el mundo, que estamos condicionados en casi todos los aspectos, como vestimos, nuestro peso, lo que ingerimos, nuestras profesiones, nuestras posesiones, el aspecto de nuestra pareja, cuantos hijos tenemos, gustos, elecciones, cultura, viajes…y pare de contar, estamos viviendo prácticamente en torno a lo que dicen los demás de manera permanente.
Cuando a las gentes les faltan músculos en los brazos, les sobran en la lengua. Miguel Delibes
Evidentemente esto es una forma cruda de esclavitud, desde el preciso momento en el cual decidimos satisfacer las exigencias de alguien más, estamos renunciando a nuestra libertad, a nuestra tranquilidad y nos estamos sumando a una corriente de personas que vive diariamente tratando de satisfacer las opiniones triviales de los demás y además prestan oídos a esas opiniones, se dejan influenciar, se dejan afectar.
Lo que verdaderamente importa es lo que somos en realidad, si tienes tu consciencia tranquila poco importará que te condenen, en realidad que importa lo que puedan pensar o decir los demás sobre nosotros?..resulta que importa en la medida en que nosotros mismos le concedemos importancia.
La mejor manera de anular las opiniones indeseadas, es quitarles fuerza, ignorar la ignorancia, poco podemos hacer ante aquellas personas que opinan sin saber, sin conocer y sin argumento alguno, no tiene ningún sentido desgastarnos en trivialidades, solo el rechazo profundo y sincero del que dirán, puede aminorar hasta anular los comentarios.
La crítica es la fuerza del impotente. Alphonse de Lamartine
Fácilmente se consiguen personas dispuestas a opinar de aquello que no conocen, sin saber simplemente que hacer critica de lo que se desconoce es simple calumnia, y llenar tu vida de calumnias es un mal muy amargo.
Libérate de estas opiniones, recuerda siempre que la risa del ignorante es muy común, si realmente las personas pusieran más atención a sus propias vidas y se ahorraran la insensatez de juzgar a otros, si simplemente pudiéramos observarnos más a nosotros mismos, quedaríamos mudos ante el simple hecho de tener que hablar de alguien, porque hablar de otra persona es sencillamente hablar de sí mismo.
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