No permitas que lo que te contamina, pase mucho tiempo a tu lado
Muchas veces podemos sentir que estamos bajos de energías, incluso que nuestro panorama se torna gris, que el sol brilla menos o que nada nos sale como esperamos, entonces pensamos que algo debe estar sucediendo, particularmente si se es el tipo de persona que dedica tiempo a armonizar su vida, a lograr un equilibrio, a buscar su estabilidad mental. Entonces miramos en nuestro interior y miramos nuestro entorno.
El que lleva su farol a la espalda,
no echa delante más que su sombra.
RABINDRANATH TAGORE
Existen personas que contaminan, son capaces de robarle la tranquilidad a cualquiera, incluso de manera inconsciente, perturban el pensamiento e irrumpen en la tranquilidad de nuestra vida. Lejos de que esto pueda sonar excitante, las personas que acaban con nuestra tranquilidad no generan más que contaminación en nuestra vida, aunque pueda ser llamativo al principio, basta con dejarlos permanecer para que el panorama comience a cambiar.
Debemos saber separar lo que nos divierte o entretiene, de lo que nos nutre y alimenta el alma, no todas las personas tienen la capacidad de ser transparentes, de reflejar luz y de brindarnos esa serenidad que tanto se necesita en estos tiempos, pero la gravedad no radica en que este tipo de personas se crucen en nuestro camino, podemos ser nosotros los que las atraemos, el asunto está en el tiempo que permitimos que pasen a nuestro lado.
Seamos cuidadosos con el ambiente que escogemos porque nos forjará;
seamos cuidadosos con los amigos que escogemos
porque llegaremos a ser como ellos.
W. CLEMENT STONE
Bien dice el dicho que “todo en exceso es malo”, pero ocurre que cuando la persona es contaminante y tóxica, en sus pensamientos, comentarios y obras, solo bastan unos pequeños segundos de compañía, para tomar de ellas suficiente contaminación como para desestabilizar nuestro propio mundo.
Y es que todo es magnetismo, los pensamientos se conectan, se atraen, influencian positiva o negativamente, el universo no es diminuto ni se limita a nada, nuestra energía parte de nosotros mismos y se activa o se apaga, con aquello que le vamos cargando a lo largo del camino. El que obra bien obtiene sus frutos y quién vive del prejuicio, también.
Las personas que tiene la mala costumbre de concentrarse
en lo más negativo más que en lo positivo
terminan por ignorar lo bueno.
WALTER RISO
Nuestra vida nos pertenece, lo que deseamos en ella en nuestra decisión y aunque algunas veces sentimos que las cosas se presentan y están fuera de nuestro alcance y control, bien podemos apartar de nuestro lado aquello que nos hace dudar de nuestra verdadera esencia.
Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet