Las tormentas mentales llenan de lluvia nuestros ojos…
Los pensamientos son nuestras principales orientaciones, lo que hacemos, decimos y callamos parten de nuestro pensamiento, incluso los pesares que nos acompañan por más tiempo del deseado, viven permanentemente en nuestra mente y se activan con algunas emociones, sensaciones o vivencias.
Las experiencias se quedan en nuestra mente, generan tormentas mentales que llenan de lluvia nuestros ojos, que entristecen nuestra alma y que sensibilizan nuestras palabras, todo está en la mente y así como se manifiesta a través de la sonrisa, también lo expresamos con lágrimas emotivas, con llanto que empaña nuestra mirada, pero que viene del alma y surge de las tormentas mentales, pero que consigue la calma a través de las lágrimas.
No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera.
Proverbio chino
Lo que pensamos condiciona nuestras acciones, alerta nuestros sentidos y nos impulsa a actuar, las tormentas pueden perdurar en nuestra mente, nuestros ojos se pueden llenar de llanto, lo importante es exteriorizar las tormentas mentales, aquello que sentimos, tener la capacidad de manifestar nuestras emociones aunque no siempre sean de alegría, es parte importante de nuestro camino, de nuestra vida y de la necesidad de aprender a controlar lo que nos llega.
En nuestra vida, pasamos por muchas situaciones, nos enfrentamos a muchos escenarios y muchas veces las cosas no resultan como esperábamos, sin embargo, es menester seguir adelante, tener la voluntad de enfrentar nuestro destino, de depurar nuestros pensamientos para ser capaces de apagar las tormentas que nublan nuestra vista, de secar nuestras lágrimas, de apagar nuestra sonrisa y de retomar nuestro camino, con la frente en alto y la disposición de aprender cada día una nueva historia.
Dime amigo: ¿La vida es triste o soy triste yo? Amado Nervo
Podemos vivir atormentados, podemos inventarnos cuentos, historias, angustias, llenarnos de depresiones y tristezas, tenemos la decisión de vivir llenos de tormentas mentales, de prejuicios y de lamentos, puede llover en nuestros ojos, la desesperación, la tristeza y los lamentos, pero es importante aprender a salir de ellos, superarlos, asumirlos y ser capaces de observar el nuevo amanecer.
Si nos quedamos atados a los sucesos que nos atormentan, no podremos ver las nuevas oportunidades, dejaremos de recorrer nuevos caminos, de tomar riesgos, de seguir la voluntad, entonces viviremos atados a nuevos lamentos, a constantes depresiones y a permanentes desilusiones por actos no asumidos.
Los ojos, ventanas del alma, nos liberan, nos permiten expresarnos, nos afloran los sentidos y nos hace seguir siendo humanos y recordar la esencia que nos conecta con nuestro interior y con nuestra verdad, única e infinita.
La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que una bacteria. John Steinbeck
En la vida todo es causa y efecto, todo ocurre por una razón y todo genera consecuencias que nutre nuestra vida, cada pensamiento, palabra y obra tiene un motivo y razón de ser, pero también tiene el instante previo en el que decidimos pronunciarlo, pensarlo o hacerlo, por lo que no podemos pretender escapar de ello y no ser alcanzados por las consecuencias.
Las tormentas mentales, siempre estarán presentes en nuestra vida, se manifestarán de cualquier manera, se harán sentir y perturbarán nuestras ideas, pero no importa cuántas veces llenen de lluvia nuestros ojos, siempre y cuando no nublen nuestra mirada y nos permitan siempre ver más allá…