Entre o salga, pero por favor no bloquee la puerta
Algunas veces nos encontramos con personas en nuestras vidas con las que tenemos frecuentes encuentros y desencuentros, que van y vienen, que están y dejan de estar. O bien con personas que no deciden si quieren o no formar parte de nuestras vidas y en el ínterin están casi ocupando espacios y pueden convertirse en personas que nos dejan avanzar, porque sencillamente no sabemos qué definición merecen.
Cuando estamos en una situación de incertidumbre con respecto a una relación, nos atenemos a las siguientes consecuencias:
- No terminamos de enfocar nuestras energías en esa persona, la incertidumbre no nos deja canalizar de la forma que quisiéramos nuestros sentimientos y emociones hacia la persona, pensando que quizás la inversión sea en vano.
- No enfocamos nuestras energías en otras personas, tenemos nuestra mente ocupada en esa persona que no decide si entrar o salir y no nos permitimos vivir nuevas experiencias.
- Desvaloramos la relación, una relación que puede o no tener un nombre, que no nos aporta lo que necesitamos resulta por sí misma desvalorada.
- Socavamos los pilares de la relación, la duda va generando un agujero en nuestros sentimientos y perdemos la confianza, el respeto y la consideración.
- Dudamos de nosotros mismos, podemos llegar a pensar que no es posible que alguien adopte una posición definida con respecto a nosotros y nos responsabilizamos por la incertidumbre.
Lo ideal es que no dejemos historias inconclusas, ésas que terminan, vuelven, van y vienen. Porque cuando están, no tenemos la seguridad de que estén y cuando no están, nos queda la percepción de que eventualmente regresaran y cualquier acción puede ser interpretada como un recomienzo.
Es importante cerrar nuestros ciclos, definir posiciones y no permitir que algunas personas se queden obstaculizando el camino de entrada de nuestras oportunidades, si van a escribir su historia junto a la nuestra que sea de forma explícita. En la vida no hay nada blanco o negro, pero la pregunta: “formas parte de mi vida?” debe ser cerrada, con acciones coherentes a la respuesta: Si o No.
Cuando cerramos un ciclo liberamos ese acceso para que nuevas cosas pasen, para que nuevas oportunidades fluyan sin obstáculos.
Así mismo para las nuevas historias: Lo recomendable es que cada persona tenga un rol definido en nuestras vidas, con el fin de que tomemos decisiones acertadas y podamos canalizar nuestras energías y nuestros sentimientos de la mejor manera.