RINCÓN del TIBET

Aprende a perdonar en 6 pasos

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Aprende a perdonar en 6 pasos

Muchas personas dicen ser incapaces de perdonar, otras que perdonan pero no olvidan y es que perdonar no es olvidar, es recordar sin que te duela. Pero llegar a ese punto no es cosa rápida ni fácil en algunas ocasiones, pero tampoco imposible, y deshacernos de la carga emocional y del dolor que nos causan las heridas de quienes nos han decepcionado, traicionado o herido, no tiene precio.

El perdón no es un asunto rápido, es un proceso que se va alcanzando paulatinamente, con constancia, paciencia y aceptación.

Un perdón dado demasiado rápido no aliviará a nadie. Es aconsejable esperar que el perdón se imponga casi por el mismo, dejar pasar el tiempo al mismo tiempo que uno mantiene una actitud pro-activa durante el proceso. Un perdón otorgado demasiado rápido puede ser percibido por el culpable como una absolución.  Nicole Fabre.

Para algunos, perdonar es un acto de coraje, para otros, una confesión de debilidad, cuando la situación en la que estamos parece no dejarnos otro camino que ‘preferir la venganza’, es muy difícil que lleguemos a poder conceder el perdón.

Para ir avanzando en ese proceso del perdón, existen algunos pasos sencillos y manejables:

1. Reconocer el daño: ¿Cómo sabemos que tenemos algo que perdonar? Cuando sentimos dolor, daño, heridas. Pregúntate: ¿qué sucedió?, ¿quién lo hizo?; ¿qué efectos tuvo sobre mí?

Muchas veces reconocemos el dolor, pero no hemos enfrentado la causa. (La mayoría de veces). Esto es frecuentemente porque vivimos una interpretación (el dolor), pero no nos hemos dedicado a buscar, a escarbar, a sanar lo que nos hirió, la causa.  Identificar la raíz del dolor es fundamental para iniciar el proceso o a menos encaminarnos a la causa.

Cuando todo sentimiento de culpabilidad por aquello que pasó ha desaparecido, es que podemos considerar que lo hemos perdonado. Gabrielle Rubin

2. Identifica las emociones implicadas, una vez que eres consciente de qué es lo que ha causado el dolor en tu vida, las heridas, es necesario identificar lo que has sentido. Hay tres sentimientos básicos que solemos sentir cuando se nos hiere, miedo, culpa y vergüenza e ira. Es importante entonces, reconocer de dónde se genera esa ira, el miedo o la culpa y porqué nace, cómo surge.

3. Expresa tu dolor e ira, no lo contengas, no la apliques ni te dejes llevar tampoco por ella, porque si tomas decisiones o ejecutas acciones cuando estás con ira, las consecuencias no serán nada agradables. No obstante, no la reprimas, no dejes de sentir dolor, exprésalo, evita acumularlo.

4. Debes atreverte a recordar, no basta con sentir, es necesario expresar lo que sientes, deshacerte de eso, exprimirlo, sacarlo de tu vida y esto puedes hacerlo hablando con alguien de confianza, escribiendo una carta a esa persona que te hirió o elige la manera que prefieras.

5. Cancela la deuda, en este paso es deshacernos, por nuestro propio bien, más que por el de la otra persona que nos hizo daño, de lo que sucedió. Es el tiempo de perdonar cuando tenemos el sentimiento de que alguien nos debe algo. Es el momento justo para enterrar los errores de los demás que te hicieron daño, quemar todo lo que dejaste que te marcara y liberarte.

6. Considera la posibilidad de la reconciliación, este paso es conveniente cuando se puede, mientras dependa de tu parte, puedes buscar a la persona y confrontarla primero agradeciendo y luego dejándole saber lo que te hizo, con el fin de estar en paz. Es muy importante tomar en cuenta que el perdón es unilateral, eres tu quien decide perdonar a alguien, para la reconciliación, no obstante, se necesitan ambas partes, por lo que no siempre es posible.

Y especialmente recuerda, que el perdón comienza por ti mismo…

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