RINCÓN del TIBET

¿Amores a la antigua? 5 Motivos para extrañarlos

amores a la antigua

¿Por que extrañar los amores a la antigua? porque todo cambia con el paso del tiempo, inclusive la manera de amar se ve afectada por todos los factores que influyen en el desarrollo de nuestra vida diaria. La manera de comunicarnos es diferente, la música, los valores, las metas… En fin, todos parecemos adaptarnos a las exigencias de una actualidad que parece ir un tanto en contra del amor… o al menos en contra de ese amor que podemos llamar a la antigua.

Llámame anticuado, pero aún creo en las miradas profundas,
Aún creo en los besos con dulzura.
Aún creo en las cartas que al leerlas enrojecen mejillas.
Aún creo en las relaciones que duran toda una existencia.
Llámame iluso, pero aún creo en los amores a la antigua 

Aquí dejamos 5 motivos que justifican el extrañar los amores a la antigua:

Existía la intención de conservar

Los amores a la antigua buscaban las relaciones a largo plazo, por lo que la tendencia de dejar ir no era la que predominaba, sino la de reparar, perdonar, conservar. Esto tiene sus pro y sus contra, puesto que bajo este criterio muchas personas soportaban calvarios, por la intención de conservar su relación. Cuidar, perdonar, preservar, reparar, también son maneras de amar. Ahora hay mucho de: a la primera te digo adiós. No debemos ser tan extremistas al momento de tomar decisiones, teniendo siempre presente que el conservar requiere tomar medidas que nos harán crecer de manera individual y como parejas.

Los detalles eran cocreadores de las relaciones

Un poema, una serenata, una visita inesperada o las aún vigentes flores, solían ser parte de los amores a la  antigua. A través de los detalles se fomentaba el romanticismo y se alimentaban las relaciones desde un lenguaje sutil y delicado.

Se trazaban proyectos comunes

El querer compartir una vida juntos era el impulso necesario para trazar planes y proyectos comunes. Hoy en día la tendencia es a que cada quien tenga sus planes y si coinciden, bien, si no, pues siempre existe la opción de la separación o la sustitución. En el equilibrio está la clave.

La presencia no era sustituida

Afortunadamente hoy en día contamos con una serie de elementos tecnológicos que nos facilitan las comunicaciones, pero muchas veces sustituyen presencias o bien nos alejan de quienes tenemos más cerca. Es importante conservar los hábitos de conversar cara a cara, sentirse cerca, ver las expresiones, soltar el celular y dedicarnos tiempo en un mismo espacio físico.

Era más común ver a través de los ojos del corazón

Quizás en los amores a la antigua se buscaba más la calidez del corazón. Ahora las impresiones tienden a medirse de otra manera, parece más bien que evaluáramos una hoja de vida que a una persona con la que potencialmente podríamos compartir nuestras vidas.

Ciertamente todo cambia, pero el amor es una energía maravillosa, que si nos dejamos llevar por ella, no importa en qué época estemos, siempre buscaremos dar lo mejor de nosotros y hacer la vida de esa persona que tiene intenciones de compartir parte de su camino con nosotros, algo más amable, más bonita, con mayor sentido. Siempre habrá muchas cosas maravillosas que hacer con nuestras vidas, pero aprender a amar y ser amados, es sin duda la que más agradecerá nuestra alma.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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