Amo las personas que disfrutan sinceramente de las alegrías de los demás
Vivimos constantemente buscando ocasiones que nos llenen de alegría, momentos que nos den la dicha que disfruta nuestra alma y que nos recuerda que la vida puede tener un millón de sentidos, pero el más hermoso siempre parte del amor y la sinceridad y a menudo esto no se relaciona directamente con nosotros mismos.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
Benjamin Franklin
Todos recordamos los momentos más apasionados, inocentes, mágicos e intensos de nuestra vida, y entre esos momentos, ¿quién podrá negar que el momento más maravilloso de su vida tiene o tuvo que ver con la alegría de alguien más?..
Es que cuando amamos realmente, vivimos la felicidad de esos seres, nuestra alma se expande, su alegría nos alcanza, nos impregna, nos invita a entender que el amor nos une y que no hay mala intención que pueda cortar tales vínculos.
Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo. León Tolstoi
El amor a un hijo, la conexión con la familia, el amor a la pareja, los grandes amigos o esas personas que admiramos, vivimos a través de sus alegrías, padecemos sus pesares, sufrimos su dolor, y sus recuerdos son los nuestros, sus angustias las nuestras y su alivio nuestro aliciente. No hay mayor alegría que vivir la felicidad de quién lo merece y poder ser parte y partícipe es aún más satisfactorio.
Podemos experimentar muchas cosas en la vida, podemos aprender de emociones, sensaciones y enfoques, pero las vivencias y satisfacciones de quiénes amamos, nos harán felices toda la vida. Cuando sabemos apreciar y disfrutar del éxito de otros, dejamos el egoísmo propio del ego, liberamos nuestro mente, entendemos que la vida es apertura, es compasión, es entender que todos somos parte de un todo, de un uno indivisible y así logramos vivir a través de las experiencias de quiénes forman parte de nuestra vida, y cada ves sumamos a alguien más, de este amor se trata la vida, de solidarizarse y disfrutar sin interés alguno.
El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros. Albert Guinon
Siempre somos especiales para alguien más, cuando existe esa conexión con otra persona, llegamos a identificarnos de tal manera, que podemos sentir empatía y simpatía en un mismo instante, que podemos trascender todo lo que nos ata a lo material y a lo circunstancial y poder vivir miles de espacios de felicidad a través del amor que sentimos por los demás.
¿Y acaso puede la vida tratarse de algo más?… ¿Puede haber sabiduría más grande que llegar a amar incondicionalmente y disfrutar genuinamente del triunfo ajeno?…
Por: Marvi Martínez