RINCÓN del TIBET

Deja ir a quien te demuestra que no está listo para amarte

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Deja ir a quien te demuestra una y otra vez que no está listo para amarte

Todos y cada uno de nosotros tiene en sus manos el poder de decidir a quién dirigir su afecto, a quien amar… Lamentablemente el hecho de que amemos a alguien, no nos garantiza amor de vuelta. Quizás no sea justo decir lamentablemente, cuando si lo vemos desde el otro lado, representa algo muy beneficioso.

Muchas veces queremos forzar las cosas, intentando o esperando un amor de vuelta de alguien que por diversas vías nos ha dejado claro que no tiene intenciones de amarnos.

Ciertamente el tiempo es un factor importante que siempre pone en evidencia las intenciones reales de cada quien. El amor se cultiva, es cierto y aunque en muchos casos el nacimiento del amor entre dos personas se produce en simultáneo, en otros, ocurre que una de las partes se tarda más que la otra en sentir amor.

Sin embargo, debemos aprender a establecer un límite en cuanto a nuestra inversión, bien sea de tiempo, de energía o de afecto… Porque si bien es cierto que nunca perdemos al amar, también lo es el hecho de que dirigir nuestras energías a alguien que no nos puede ofrecer algo que nos satisfaga de vuelta, resultará en una mala inversión de tiempo.

La vida no dura tanto como para sentarnos a esperar que alguien esté listo para amarnos… hay muchas personas esperando por amores de calidad, mientras otras prefieren dejarlo pasar. No se trata de juzgar a ninguna de las partes, porque ese derecho es de cada quien. Se trata de replantearnos qué queremos para nosotros.

Solo déjalo ir

  • Deja ir a quien ya no te ama.
  • Deja ir a quien no te respeta.
  • Deja ir a quien no te valora.
  • Deja ir a quien te maltrata.

Si no nos sentimos satisfechos con algo o con alguien, no es una buena idea permanecer allí, esperando un cambio, haciendo esfuerzos mayores por recibir lo que nos gustaría. Resultaría más conveniente el tomar acciones, aunque muchas de ellas puedan resultar un tanto incómodas e inclusive dolorosas.

El dejar ir, puede ser complicado, pero para evitar dolores innecesarios, es útil separar un poco la realidad de la ficción. Todo aquello que quisimos con alguien y no logramos materializarlo, ¡no existe! El perder tiempo en suposiciones, en escenarios irreales, en hipótesis, no nos llevará a un mejor lugar… Por el contrario, nos armará un estado de nostalgia por la pérdida de lo que es, pero en especial por la “pérdida” de lo que pudo haber sido.

Ábrete a vivir nuevas experiencias, bendice lo ocurrido, toma todo lo que sume a tu vida y llévalo contigo, de resto, déjalo ir… Si alguien, luego de mucho, no está listo para amarte, pues que tu amor propio hable por ti y puedas darle espacio a lo que sí quisieras para ti.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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