Hoy es mejor decirnos “adiós”
Son muchos los problemas que surgen cuando estás en pareja, pero algunos no tienen solución y, a veces, aunque lo evites, lo mejor es romper tu relación. Tarde o temprano, va a suceder. ¿Por qué aplazarlo más? ¿Por qué seguir sufriendo?
A medida que sigáis juntos iréis viendo que la ruptura será más dolorosa. Está bien daros oportunidades y mantener la esperanza de que las cosas podrán solucionarse. Esto significa que la relación te importa. Pero, a veces no hay vuelta atrás.
Para saber, realmente, cuándo hay que poner punto final en una relación es necesario que te hagas tres preguntas esenciales:
- ¿El problema, o los problemas, tiene solución?
La mayoría de los problemas de pareja tienen solución, pero ¿los dos estáis dispuestos a poner vuestro granito de arena? En ocasiones, la solución no es posible porque uno de los dos no da su brazo a torcer.
- ¿Ambos estáis comprometidos a cambiar algo para poder superar este problema?
Es importante que los dos estéis dispuestos a esforzaros, porque si solo una se esfuerza esto está destinado al fracaso. Ya sabes que no solo uno puede dar y el otro recibir. Esto debe y tiene que ser recíproco.
- ¿Quieres estar con esa persona a tu lado dentro de 10 años?
Imaginarte en un futuro con la persona que tienes a tu lado es esencial. Si no es la persona con la que quieres envejecer ni hacer planes en un futuro cercano, no lo dudes. Es mejor decir adiós.
Nada volverá a ser como antes
A pesar de todas estas preguntas, probablemente te hayas encontrado en la situación de persistir en tu intento de sacar la relación adelante sea como sea.
Es normal que te aferres a tu relación, porque probablemente estás enamorado. El miedo a abandonar a esa persona, la negación ante el fracaso de la relación, hace que continuéis juntos hasta que todo caiga por su propio peso.
Un ejemplo, es cuando se produce una infidelidad. En este caso, la confianza se ha roto y por mucho empeño que se ponga en la relación al final todo acaba destruido.
Nada vuelve a ser como antes. Todo lo que vivas con tu pareja hará que evolucione vuestra relación y pensar en recuperar lo anterior es un error.
A veces la mejor solución para evitar más dolor es poner un punto final por el bien de los dos
Reflexiona, y si puedes hazlo con tu pareja. Ver qué está fallando, si ambos vais a poner de vuestra parte para que todo fluya y siga adelante. Si en el momento de la verdad uno de vosotros está dando más que el otro y los problemas no se solventan, no te lo pienses más. Es el momento de decir “adiós”.
Seguir en una relación manteniendo la esperanza de que en el futuro todo irá mejor, quizás solo estés alargando lo que será un profundo e hiriente dolor.