“Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevan mucho pero, no habrá quien no deje nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.”

 

A lo largo de la vida te encontrarás con miles de personas, personas que quieras o no, dejarán huella en tu vida. Nadie se cruza en tu camino por casualidad, el universo es tan perfecto que todo tiene su razón de ser.

 

Habrá personas que tocan tu vida con tal profundidad que no puedes ni podrás nunca olvidarlas. Sí, hablo de aquellas personas que entran como una luz para hacerte los días más alegres, para arrancarte una sonrisa sin esperarlo, esas que te dejan sin aliento, esas personas a las que empiezas a querer porque se lo ganan con sus actos cada minuto que pasa, esas que son capaces de cambiarte la vida, esas que sean lo que sean en tu vida, te roban un pedazo de corazón y te darán la fuerza y el valor para seguir siempre adelante aunque por circunstancias de la vida ya no estén a tu lado.

Están las que te prometerán que siempre permanecerán a tu lado y cuando menos te des cuenta desaparecerán, pero claro también están las que simplemente lo cumplirán.

También están esas que te dirán millones de veces lo mucho que te quieren, pero al primer obstáculo desaparecerán y habrá otras que te lo demostrarán. Esto es así, no importa cuántas veces te repita alguien cuánto te quiere o la de cosas que haría por ti, lo realmente importante es lo que haga para demostrarlo.

Se atravesarán en tu camino aquéllas que en ese momento parecerán insignificantes, una más del montón que simplemente se cruzó por casualidad y ya, al menos eso pensarás en ese momento, pero con tiempo después descubres que por pequeña que sea, una lección dejaron en tu vida.

A lo largo del camino te vas a encontrar con personas a las que quieras o no, vas a acabar perdiendo, evidentemente habrá unas que te duelan más que otras y eso es directamente proporcional a la importancia que ellas tienen en tu vida. Al principio te dolerá, pero son etapas de la vida que hay que pasar, aunque al final creo que todo el mundo acaba desapareciendo. Unos temporalmente, mientras que otros definitivamente.

Y sí, quizá duele, ¡y mucho! Porque hay personas a las que entregamos lo mejor de nosotros, por las que hicimos cosas que nunca imaginamos hacer, personas a las que entregamos un pedazo de nuestra alma, por las que aun después de mucho tiempo, si nos llamarán, estaríamos dispuestos a atravesar el mundo completo. Y podría doler más porque son personas que no nos supieron valorar.

Unos quizás vuelven, otros ya no. Y sólo el tiempo te hará comprender que si alguna o algunas de esas personas se queda en tu pasado es porque no encajan en tu futuro, porque si fuera así estarían a tu lado, llorando contigo y abrazándote en los momentos que más lo necesitas, compartiendo contigo sus mejores sonrisas y valorando con su presencia la persona que eres.

Quieras o no, la vida da muchas vueltas, y al final cada uno acabará con lo que se merece. Quizás hoy no entiendas nada, pero el mañana te dará todas las respuestas que el hoy no sabe darte. Así que, no obligues a nadie a que permanezca a tu lado, mejor oblígales a irse. Quién insista en quedarse es quién realmente vale la pena tener cerca.

Y como ciertamente dicen por ahí, cuando alguien se va, ya otro llegará. Porque me he dado cuenta de que al final, por muchas personas que pierdas, SIEMPRE queda alguien. Sea alguien de toda la vida al que veas muy poco, pero con el que sabes que puedas contar, o sea alguien que aparezca nuevo.

No pidas tantas respuestas a la vida, sólo disfruta las preguntas. Agradece y suelta a todos los que han pasado por tu vida, porque eso es lo bueno de cuando alguien se va… que alguien nuevo y mejor puede llegar.