El drama es una de las características que identifica mejor el ego, a través del drama quienes tienen menor manejo de sus herramientas, logran complicar absolutamente todas las situaciones que se les presentan y además las que se imaginan.
El peor recurso por el que podemos optar al momento de afrontar los diversos escenarios que nos plantea la vida, es justamente el drama, ya que a través de él la tormenta toma el control, todo lo peor que puede ocurrir pasará, las soluciones no serán las adecuadas y los finales serán siempre catastróficos.
Cualquiera de nosotros puede en algún momento verse seducido por el drama, sobre todo ante situaciones que nos atemorizan y de las cuales no tenemos experiencia en cuanto a su resolución. Es normal que cedamos espacios una que otra vez, pero que nuestra respuesta natural sea el drama, nos complicará la vida de forma desmedida y no solo a nosotros sino a quienes nos rodean.
Cualidades las personas adictas al drama
- Para esa persona nada es sencillo: Buscan la complejidad en cada caso, si algo es demasiado simple, hasta que no dan con la manera de complicarlo, no se sienten satisfechos.
- Se centran en el punto negro sobre la hoja blanca: No importa que el balance sea positivo, las personas dramáticas siempre encontrarán el aspecto negativo del cual se aferrarán para juzgar o abordar cualquier situación.
- Son exageradas: Todo lo sacan de sus dimensiones reales, magnificándolo, haciendo lo necesario para que suene a los demás, tan dramático como se escucha en su interior.
- Son extremadamente delicadas: Son personas que se ofenden con facilidad, que se sienten atacadas, víctimas. Suelen tomarse todo a modo personal. La susceptibilidad está siempre a flor de piel, complicando desde el más simple diálogo.
- Son personas tercas: No les basta con hacer una tormenta en un vaso de agua, sino que se aferrarán a lo que sea con tal de no dar su brazo a torcer, demostrando que efectivamente la situación era tan grave como decían.
- Encuentran un problema a cada situación: No les es posible la resolución de los conflictos por encontrar todos los escenarios opuestos hipotéticos, tampoco escuchan a quienes pueden ayudarles o le llevan la contraria hasta el hastío
Las personas dramáticas abundan, por lo que es necesario protegerse de ellas y salvaguardar el bienestar emocional y la descarga de energía negativa. Algunas cosas que puedes hacer:
Mantén la calma: Una persona dramática suele alterar a todo su entorno, lo contagia y lo desequilibra. Respira y trata de mantener las cosas en una adecuada proporción.
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Deja pasar de largo lo que no sea de provecho: Deja ir cualquier información que no aporte, que sea producto de la imaginación, que esté cargada de miedos ocultos o que de cualquier manera evite que actúes o decidas con claridad.
No permitas que te afecte: Establece límites, preserva tus espacios, dale cabida limitada a la persona dramática y procura llevarla a tu terreno y que no ocurra lo contrario.
Si eres tú la persona dramática, sustituye tus miedos por confianza, espera de la vida lo mejor y piensa que si no tuvieses capacidad para afrontar alguna situación, no se te presentaría. Crece y evoluciona y deja que tu corazón tome el control, mientras el ego se acostumbra a callar.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet