Ese suspiro que intenta llenar de aire el vacío en el corazón…
Existen varias teorías que explican el porqué de los suspiros, sin embargo, basta con prestar atención al momento en el cual suspiramos y podremos asociarlo con facilidad a un pensamiento y a una emoción que se instala en nuestro cuerpo. Aun cuando muchas veces lo hacemos de forma automática sin mayores intenciones inconscientes encerradas en el proceso.
El suspiro pareciese tener como función el intentar llenar un vacío en nuestro ser, el querer tomar vida cuando una parte de nosotros la sentimos morir, así sea la sola idea de tener a una persona que extrañamos, cerca.
No es sencillo manejar las funciones inconscientes de nuestro cuerpo, sin embargo, a través de ellas podemos leernos un poco mejor a nosotros mismos. Podemos inclusive detectar por un suspiro cuando una canción nos recuerda a alguien, cuando queremos retornar a la calma, cuando añoramos refugiarnos en los brazos de esa persona especial.
El suspiro tiene un alto grado de presencia en situaciones que nos someten a una sensación de frustración y pueden ser vistos como un reseteo cerebral, la pausa y la oxigenación necesaria para recomenzar o para aclarar nuestra mente ante algo que no podemos de momento resolver.
Esto no contradice la acción de esos suspiros que reflejan tristeza, que emitimos cuando nos sentimos nostálgicos, porque de cierta manera en esos escenarios, también está presente la frustración y la percepción de que los resultados son diferentes a lo que esperamos.
Los suspiros también se hacen presentes cuando estamos agotados, acá sería más sencillo entenderlos como una neta función fisiológica, donde es necesario llevar más oxígeno a nuestra sangre por la demanda que presentan.
Más allá de ser un reflejo de cómo estamos procesando nuestros pensamientos, investigaciones avalan que el suspiro es necesario a nivel funcional para nosotros como humanos, oxigenando millones de alveolos para no colapsar de manera periódica. De hecho para quienes no respiran por sus propios medios, hoy en día, las máquinas que dan soporte respiratorio imitan la acción del suspiro dentro del esquema funcional de respaldo.
Considerando la importancia de los suspiros para nuestra vitalidad, algunos pensarán que su rol en cuanto a nuestro estado emocional pasa a un segundo plano, pero sin duda, los suspiros que más sentimos, que parecen demandar aire del alma y no del cuerpo, son aquellos que intentan llenar de aire esos espacios donde sentimos hay un vacío.
Ama a tu cuerpo con su sabiduría perfecta, más allá de tu mente él siempre sabe qué hacer para que te sientas a salvo, confía en él, está cargado con la inteligencia divina, Disfruta de cada detalle y llena tu cuerpo de la vida misma que contiene el aire, está cargado de energía y tú sabes exactamente cómo y cuándo tomarlo.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet