Nunca ofrezcas más de lo que puedes dar
Prometer es muy fácil, quizás una de las cosas que podemos hacer de manera más simple, es muy fácil ofrecer, sin darnos cuenta de que estamos adquiriendo un compromiso, incluso más allá de nuestras propias capacidades, de aquello que en realidad podemos dar y tristemente este es el factor común hoy día.
Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir. Francisco de Quevedo
Solo piensa cuántas veces en tu vida te rompieron una promesa, cuantas más se quedaron cortos ante lo que te ofrecieron, y más profundo, ¿Cómo te sentiste? ¿Qué recuerdos conservas de esa persona y de esa situación?…
Empezar por conocerse a sí mismo, puede llegar a transformar nuestra vida, poder ver lo que somos, lo que proyectamos y como influimos en la vida de otros, y es parte importante de esto, el no ofrecer más de lo que podemos dar, conocer nuestras propias limitaciones, pues de lo contrario no solo estaremos abonando un camino de frustraciones a quienes creen y esperan algo de nosotros, sino un daño a nosotros mismos, pues en muchos casos nos exigiremos más de lo que podemos abarcar y esto puede llegar a afectar no solo nuestras relaciones con los demás, sino nuestra salud y por ende nuestra vida.
Quien promete con mucha ligereza se va arrepintiendo despacio. Alonso De Ercilla
Nos molesta enormemente cuando nos hacemos falsas expectativas de alguien más, o cuando hacemos planes y proyecciones en torno a cosas que nos ofrecen, compromisos y promesas, pues ¿Por qué habría de ser distinto de nosotros hacia otras personas?…podemos causar el mismo efecto que este tipo de actitudes genera en nosotros.
Cualquier relación puede llegar a fracturarse por una simple palabra, más aún por una promesa rota o incumplida, incluso mal cumplida, desde una relación de pareja, una situación laboral, familiar, la frágil confianza de los hijos, en cualquier espacio las ofertas que hacemos deben ser realizables, especialmente si somos capaces de herir susceptibilidades en nuestro entorno.
Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores. François de la Rochefoucauld
Aprende a decir “no” , sé sensato contigo mismo y con tus acciones, conoce tus límites y enaltece tus virtudes, podrás llegar siempre con la frente en alto y con la plena seguridad de que haces lo correcto en tu vida, conservarlas raciones valiosas y aprenderás a confiar y mejor aún, demostrarás a otros que la confianza existe y vale la pena.
Por: Marvi Martínez