RINCÓN del TIBET

Tus pensamientos no deben controlarte a ti

tus pensamientos

No tienes que controlar tus pensamientos, pero debes evitar que te controlen a ti

Tus pensamientos, fieles compañeros, amigos, enemigos, llegan a formar parte importante de tu vida, pero no son tu esencia, apartar la consciencia para dar paso a tus pensamientos, no es lo ideal.

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos. Buda

Si fuéramos conscientes del poder que ejerce en nosotros nuestros pensamientos, de seguro haríamos un esfuerzo mayor por controlarlos, por depurarlos y educarlos, para no tener luego que esforzarnos, simplemente ser conscientes de ellos, su orientación y su efecto en nosotros.

Muchas veces hemos oído sobre aprender a controlar los pensamientos, pero en realidad lo que debemos es evitar que nos controlen a nosotros, que nos dominen, que nos aíslen en temores, ansiedad y situaciones irracionales, pues debemos entender que los pensamientos van y vienen, no se trata de luchar contra ellos, simplemente dejarlos fluir, observarlos cómo surgen y cómo mueren.

Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males. Voltaire

Las personas solemos sugestionarnos por los pensamientos, estos pueden llegar a convertir nuestra vida en una pesadilla o sumergirnos en una constante ilusión, el caso es que los pensamientos van forjando nuestra actitud y la manera como enfrentamos las cosas, por ejemplo, los pensamientos de prejuicios nos predisponen y la mayoría de las veces tomamos decisiones erradas, incluso rompemos relaciones o hacemos de nuestra vida un tormento debido al control de nuestro pensamiento sobre la consciencia real de lo que ocurre en nuestro entorno y en nosotros mismos.

Quizás nos puede parecer complicado el tener que estar alertas para que nuestro pensamiento no haga estragos con nuestras emociones, pero es cuestión de despejarnos y evitar crear diálogos innecesarios en nuestra cabeza, o más bien monólogos.

Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos.
Buda

Al hacerte consciente de tus pensamientos, puedes mantener la capacidad de que se diluyan antes de aparecer, que se esfumen sin levantar emociones, menos aún cuando son tóxicas y no aportan nada productivo o provechoso a nuestra vida, por el contrario, nos llenan de penas, amarguras y angustias innecesarias.

Más que el control de nuestros pensamientos, es un tema de predominio de la consciencia…

Por: Marvi Martínez – Rincón del Tibet

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