Un pueblo unido logra su libertad
Ante un pueblo que lucha, no nos es posible ser indiferentes, ante la injusticia, la opresión y las cadenas que intentan sostener unos pocos por intereses personales, debemos colocar nuestro grano de arena, muchísimo más aun cuando es una lucha que nos corresponde.
Hay lugares en donde su gente está dejando la vida, la vida de sus jóvenes ante una represión que viola derechos humanos fundamentales, por el simple hecho de pensar diferente, de querer mejores condiciones para ellos y para los que vengan después.
Personas que no se conforman con lo que están viviendo, porque saben que pudiesen estar mejor. Personas que quieren volver a ver unidas a sus familias desintegradas por un éxodo galopante. Personas que luchan por los más pobres que hoy ven comiendo de la basura. Personas que no quieren un muerto más producto de la inseguridad. Personas que quieren ejercer sus carreras en un país con oportunidades. Personas que gritan LIBERTAD.
Ver cómo un país se viene abajo y entierra en la miseria a sus habitantes, los cuales luchan de manera desesperada por reventar las cadenas que lo someten, que lo humillan y los quieren mantener de rodillas, debe conmovernos, porque más allá de un país somos todos humanos, separados por fronteras ideológicas, religiones, razas, pero todos somos en esencia lo mismo.
No está bien aprovecharse de la condición ajena, sacando un provecho individual cuando afectamos a millones, cuando oxigenamos a quienes no desean el bien de un pueblo, sino aferrarse a una posición donde los únicos beneficiados son una minoría, resulta inmoral y toda siembra recoge su cosecha.
El cinismo por lo que están en posiciones de poder se desborda, la premeditación y la falta de principios está presente en cada represión y en esos sitios, donde la libertad está en juego, donde la libertad se está tratando de recuperar, de defender, para no seguir perdiendo espacios, hoy levantan una bandera, hoy se asoman al mundo, buscando apoyo, buscando ser vistos.
Es necesario decir presente, es necesario brindar el apoyo que se pueda y si a nosotros nos compete esa lucha sostenida, no podemos hacerlo a modo de espectadores, esperando que otros resuelvan los problemas de los que de una manera u otra, por acción o por omisión, somos responsables.
Si queremos cambios afuera, debemos comenzar a generarnos desde el interior, así como a título personal, los pueblos son consecuencia de su historia, pero si bien es cierto que no podemos viajar al pasado y cambiar escenarios o corregir errores, también es cierto que podemos actuar en este preciso momento para poder esperar un futuro mejor.
Las luchas por las libertades no son tarea fácil, pero cada paso nos acerca a más y más y dejamos menos espacios disponibles a la tiranía. Si vives en un país que hoy necesita de tu apoyo, no lo dudes, colócate del lado correcto de la historia por ti y por tus seres amados, si se trata de un pueblo hermano y consideras que las causas de esa lucha son justas, haz una oración, escribe un mensaje en redes de solidaridad o sencillamente imagínate un escenario mejor en ese país y bendícelo.
Nuestro apoyo al pueblo de Venezuela que durante los últimos 60 días está defendiendo con valentía, en las calles de su país cada una de sus buenas causas. Estamos con ustedes, mucha fuerza hoy y cada uno de los días, que esperamos cada vez sean menos, que les toque defender lo más preciado para cualquier ser, su libertad.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet