Relaciones

No dependas de una pareja, solo te llevará a ser su esclavo

La realidad es que cualquier cosa a la que dependas, te hará su esclavo, te hará someterte a ello y de esa manera perder cualquier tipo de autenticidad y libertad para actuar, para decidir y para discernir.

Cuando hablamos de la dependencia de pareja, lo hacemos de una relación en donde se pierde el criterio, donde ya la conquista no es cada día por amor, ni cada pensamiento está guiado a alimentar los detalles que nos hacen mantener una relación en pie, funcional y sana, sino que se practica el miedo jugando a no perder a esa persona de la cual dependemos.

Se pueden jugar roles muy tóxicos en ese caso, se pueden perder las perspectivas y especialmente se puede llegar a perder la identidad procurando mantenernos en una relación a la cual nos hemos esclavizado, por eso no dependas nunca de tu pareja.

La dependencia nos hace seres sumisos, bajar la cabeza, humillarnos, aunque no necesariamente sea de esta manera, la libertad de actuar sin presión, sin calcular, se vuelve escasa, limitada y administrada por la necesidades cubiertas.

La dependencia emocional, económica, logística, nos mantiene atados y nos hace caer en juegos de manipulación, donde los medios para conseguir lo que necesitamos nos acercan solo a una fachada de nosotros mismos, donde no nos podemos exteriorizar, donde tenemos miedo de ser nosotros mismos y no somos capaces de poner límite a situaciones que no necesariamente nos perjudican porque los criterios para vincularnos con alguien más fueron los equivocados, o bien se transformaron en el camino.

Para quienes están en cualquier tipo de relación de dependencia, es necesario hacer un trabajo de amor propio, de merecimiento y reconocimiento de alcance y capacidades de cada quien. Solo cuando estamos en edades tempranas y en algunos casos si padecemos una enfermedad, que nos limite de alguna manera a nivel de capacidades físicas o mentales, estaremos en la necesidad de depender de alguien. Pero bajo parámetros normales lo tenemos todo para proveernos de lo que creemos necesario en nuestras vidas.

Ciertamente podemos ocupar una posición cómoda en donde invirtamos algunos de nuestros recursos, para obtener algún beneficio, pero esto no será más que una operación transaccional, a través de la cual escogeremos los barrotes que nos apresarán. El amor sin libertad no es amor y en las relaciones amorosas dependientes, se sacrifica la libertad.