RINCÓN del TIBET

Enfrentar y manejar las pataletas de los hijos es difícil

pataleta

Leer sobre el manejo de las pataletas es fácil, enfrentarlas es lo difícil!!!

Existen miles de textos e información sobre cómo manejar las pataletas en nuestros niños pequeños, a partir del año, esos terribles dos años y los interminables 3 años, hasta llegar a los 4, donde el niño emocionalmente comienza a hacerse más estable y equilibrado.

El caso es, que suenan maravillosas las múltiples soluciones, tips y recomendaciones que nos dan a las madres para manejar las pataletas de nuestros hijos, entonces nos enfrentamos a la realidad y nos encontramos allí, junto a nuestros pequeños, en un espacio público donde nuestro niño grita, llora y además se derrumba en el piso frente a una multitud de personas, comenzamos a sonrojarnos, queremos en ese momento que la tierra inexplicablemente se abra y nos tragué, que nadie nos observe cuando deseamos realmente pellizcarle y buscar la manera más inmediata de que el niño se calme, una cosa es tener el conocimiento y otra es aplicar la práctica.

No hay más calma que la engendrada por la razón. Séneca

Curiosamente jamás faltan los consejos de las madres recomendándote cómo manejar la pataleta de tu hijo, debes tener paciencia, serenidad, eso es normal, mantener la cordura, busca calmarlo y resulta que en ese momento, en ese simple instante de la pataleta, que aunque dure segundos para nosotros representan años, nos quedamos inmóviles y totalmente descontroladas frente a nuestras emociones.

Y es que, qué nos hace pensar que los niños entre todas las maravillas que albergan, no tienen la capacidad de desubicarnos completamente y para colmo, la mayoría de las veces es en un lugar público o en el sitio donde menos deseamos que nuestro hijo reviente en pataletas?..

Cuando el mar está en calma todo el mundo puede ser timonel. Siro

En principio sólo puedo decirte que es normal, no la pataleta y el berrinche del niño que también lo es, sino tu malestar y tu propia frustración ante su reacción emocional, sin embargo, es importante mantener siempre claro, cueste lo que cueste, que nosotros somos los adultos y que somos los que tenemos la capacidad de manejar nuestras emociones, pues nuestros pequeños apenas están empezando a darse cuenta en el mundo de sus propias reacciones y de cómo manifestarlas.

De manera que más allá de un manual de actuación frente a los berrinches de tu hijo, trata de recordar siempre que tú estás un paso adelante para controlar esta situación y que si bien, en algunos casos se recomienda ignorar, en otros se dice jamás ignores, lo importante es que tú como madre intuyas y comprendas la actuación y el sentimiento que en ese momento aflora de tu pequeño y como buena conocedora, busques la mejor manera de calmarlo.

Mi hijo es mi guerrero, hasta en los peores momentos…Anónimo

Incluso muchas madres solemos conocer el momento previo a la pataleta de nuestros hijos, más sin embargo, caemos una y otra vez en la misma situación, si puedes evitarla hazlo, no salgas a la calle con él en los momentos en que sabes puede irritarse, mantenlo alimentado e hidratado y siempre lleva contigo ese juguete, esa distracción o es entretenimiento, que sabes puede calmarlo, no se trata de consentir sus pataletas y berrinches sino de ser mucho más inteligentes en el ámbito emocional y adelantarnos a estas situaciones.

Y si inevitablemente caemos en ellas y nos hallamos en este momento tan frustrante para las madres y para los hijos, lo importante es poderlo manejar con naturalidad, no eres un extraterrestre, tu hijo tampoco lo es, no importa que te observen y lo que piensen los demás, recuerda que ese ser que ahora patalea en el piso, es el pequeño que estuvo en tu vientre y que únicamente tú tienes la capacidad de calmarlo, tómalo en tus brazos, acompáñalo, ignóralo o distraerlo, tú como madre debe saber la manera apropiada y amorosa para lidiar con tu hijo, confía en ella y recuerda de manera positiva que es solo una etapa más, no habrán resultados más exitosos.

Scroll al inicio
Hola! Necesitas ayuda