Lo que más te agradecerán tus hijos, será el amor que les ofrezcas
Ciertamente los hijos reconocerán y recordarán a sus padres tanto por sus cosas positivas como por lo que consideran negativo, por las cosas que tuvieron mayor influencia en sus vidas, por los ejemplos, por los modelos y anti modelos.
Y sin duda, lo que más agradecerán los hijos será el amor que le dedicaron, manifestado a través de diversas acciones, palabras y expresiones que marcaron la diferencia a lo largo de su vida.
Los padres que se dejan guiar por sus instintos y procuran dar a sus hijos lo mejor de ellos, aun siendo esto poco, aquellos que buscan compartir, apoyar, alentar, reprender, orientar, acompañar y respetar a sus hijo en el amor, son los que mayormente obtienen más gratificaciones asociadas a la vida de sus hijos.
A través del amor se forma un carácter más fuerte, a través del amor se construyen individuos prestos para amar, a través del amor se inculca confianza y seguridad, a través del amor se establecen límites saludables, a través del amor se catapulta a un hijo, y esto ellos siempre lo agradecerán.
Es importante, sobre todo en tempranas edades, que los niños reciban demostraciones verbales y de actos de amor, esto los condiciona y los prepara para ser receptivos al cariño, a reafirmarse en su desarrollo, a saber que son importantes para alguien y ese alguien vela y cuida de ellos. Nunca es demasiado, nunca es suficiente, el amor es una de las cosas que con menor preocupación podemos entregar, repartir, eso hace que nuestro corazón se expanda, además de generar en quien lo recibe la cadena completa de los beneficios que esta poderosa energía brinda.
Cuando se ama, normalmente se busca la manera de ser mejor, de actuar de la manera más conveniente para ese pequeño que forma parte de nuestras vidas y si actuamos desde la intuición, los errores serán menores, siempre haremos lo más conveniente para el niño y ellos lo agradecerán.
Siempre es bueno escuchar, leer, investigar acerca de todo lo que nos inquiete como padres, pero no debemos guiarnos ciegamente por una teoría, ni pretender que como a algún padre un método le ha funcionado para guiar a su hijo, lo mismo nos será de utilidad. Cada niño es único, y cada dinámica es única. Todos los niños tienen características particulares que los hace tener demandas diferentes, ellos agradecerán tus acciones desde su perspectiva, por eso debemos seguir nuestra intuición y desde allí buscar las alternativas que mayor bienestar genere al niño.
Si bien es cierto que todos los hijos son únicos, todos comparten las mismas necesidades primarias, las cuales no siempre son bien atendidas y corresponden a la necesidad de amor, de tranquilidad y de seguridad, cubrirlas como padres es lo que realmente nos permite cobijar a nuestros hijos. Al tener este sustento, serán capaces de hacer con su vida lo que deseen y esto coincidirá con lo que nos hará como padres regocijarnos.
Y recuerda: puedes hacer mil cosas por tus hijos, puedes dejar de hacer otras mil, pero lo que más te agradecerán será ese amor que puedas darles.