Mi error fue suponer, en lugar de preguntar
Suponer se presenta como uno de los principales errores que podemos cometer los seres humanos, sacando nuestras propias conclusiones, asumiendo que tenemos la capacidad necesaria para saber cómo razona, actúa y reacciona otro ser humano, basándonos principalmente en nuestra experiencia y en el sentido común.
Asumir algo como cierto nos puede llevar por varios caminos, uno sin prácticamente daño colateral que representa el escenario en el cual lo que suponemos coincide con la realidad, salvo el hecho de que nos acostumbremos por los resultados obtenidos a seguir asumiendo. Luego tenemos los caminos restantes, en donde asumir nos trae por lo general consecuencias negativas, donde nos damos respuestas alejadas a la realidad y podemos dar por seguro algo que solo es producto de nuestra imaginación.
La suposición la realizamos normalmente por la insaciable necesidad de tener respuestas a todo, acerca de nosotros y a nuestro entorno, de esta manera podemos simplificar una situación (cosa que por lo general no ocurre), o complicarla a escalas extraordinarias.
Muchas amistades se han perdido, muchas relaciones se han roto, muchos conflictos se han generado a partir de una “simple” suposición, resultando mucho más sencillo suponer o asumir, antes de buscar la información necesaria para aclarar un panorama.
Por lo general tendemos a suponer el peor escenario, muchos de hecho tienen como creencia: piensa mal y acertarás, este prejuicio no hace más que generar ideas distorsionadas en nuestra mente, ideas que terminamos creyéndonos y que posiblemente determinen no solo nuestros pensamientos, sino nuestras palabras y nuestros actos.
La forma más sencilla de evitar el hecho de suponer, es preguntar, si hay vacíos de información en nuestra mente, es necesario no rellenar esos espacios con nuestra propia creación, sino permitirnos, por más seguros de que lo suponemos pueda ser real, indagar en relación a lo que necesitamos saber.
Si tenemos dudas, una conversación con la persona involucrada podrá solventarlas mejor que cualquier diálogo que establezcamos con nosotros mismos y esto evitará interpretaciones erróneas, frustraciones, molestias o idealizaciones asociadas a cada situación. En caso de no poder establecer una comunicación que aclare nuestras dudas, debemos darnos la tarea de indagar por otras vías para evitar las suposiciones.
Evita suponer, dar cosas por sentado, no dejes de vivir experiencias o te niegues oportunidades por prejuicios. Todos somos diferentes, todos pensamos distinto, por ende no es sano esperar que alguien actúe de acuerdo a lo que nosotros pensamos, no somos dueños de la verdad y debemos darle la libertad a otros que actúen y piensen de acuerdo a sus propios criterios.
Haz las preguntas que consideres necesarias para aclarar tu mente y recuerda que no es necesario saberlo todo, no todos los espacios deben ser llenados, no siempre tendremos todas las respuestas, sencillamente porque no contamos con toda la información, si nos acostumbramos a este simple hecho, perderemos el hábito de suponer.
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No vivir de suposiciones nos ahorra muchas lágrimas y mucho tiempo de sufrimiento
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No supongas, no des nada por supuesto, si tienes dudas …..