Generalmente encontramos el destino en los atajos que tomamos para evitarlo…
La vida como dicen algunos, da muchas vueltas, el mundo siempre resulta ser demasiado pequeño y en muchas ocasiones, tratando de huir de aquello que el destino nos depara, terminamos por toparnos de frente con el, de las maneras menos esperadas y en muchos casos menos convenientes, pero a final de cuentas ¿esto que importa?, de cualquier manera no podremos zafarnos de nuestro destino, aunque desviemos el camino y tomemos miles de atajos.
Créeme, en tu corazón brilla la estrella de tu destino. Friedrich Schiller
Muchas veces solemos aprender de maneras extrañas, las experiencias no siempre son lo que esperábamos, pero de cada vivencia queda una enseñanza y es de éstas vivencias que tratamos de distanciarnos según se haya grabado en nuestra alma, amor, pena o sufrimiento, vamos levantando barreras, murallas que nos separen, de personas, de hechos, de decisiones o de visiones, quizás pensando que podemos aliviar nuestro camino y ahorrarnos ciertos riesgos, pero los afines siempre se encuentran, las decisiones no tomadas siempre se transforman y reaparecen más adelante y los escenarios, aunque los cambiemos mil veces, siempre llevaremos lo mismo en nuestro interior.
Aunque tomemos atajos, nos topamos con situaciones que tratamos de evitar a toda costa y nos preguntamos muchas veces ¿por qué nos persigue?, no nos damos cuenta que no podemos evadir nuestro destino, simplemente porque lo construimos a diario, labramos cada paso, cada espacio y cada nuevo día y aunque no nos demos cuenta, hay cosas que no podemos evitar, aunque tomemos atajos tarde o temprano nos vemos obligados a enfrentar esa situación.
Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción. Gilbert Keith Chesterton
Independientemente de que sean cosas buenas o malas, negativas o positivas, cada suceso de nuestra vida está más que destinado, las cosas que creemos nos convienen y las que no, aquello que pensamos justo o injusto, todo forma parte de un plan, de un camino (aunque tomemos atajos) y de un hecho que se explicará de seguro más adelante en nuestra vida, muchas de las cosas que nos pasan no logramos comprenderlas al instante, pero la oportunidad llegará y se explicará por sí sola, de allí que no todo lo que queremos lograr se concrete en el instante deseado y más adelante entendemos que realmente no debía suceder.
Cada persona que llega a nuestra vida, que se acerca, que precisa una relación, cada decisión que nos compete, cada situación que nos ocupa, aunque pretendamos relegarla o simplemente dejarla de lado, volverá, de muchas maneras y en muchos rostros, pero es inútil huir de ella, porque lleva impresa la enseñanza que estamos requiriendo y que no logramos percibir y sólo una vez aprendida, es que pasa.
Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará. Ludwig van Beethoven
Aunque pensemos que tomando algún atajo oportuno podremos librarnos de alguna vivencia, esto simplemente retardará las cosas, más no podremos evadirlas eternamente. Cada situación tiene un sentido, cada persona un mensaje y cada experiencia un sentir, no te alejes de lo que ha sido colocado para ti minuciosamente, pues nunca sabrás a ciencia cierta, de qué estás escapando.