Cuando a uno le sobreviene una depresión no tiene ganas de nada, todo lo ve negro y se siente desesperado por su situación, ya que no le ve ninguna salida. Por supuesto, el primer paso consiste en consultar a un especialista, para que realice el diagnóstico y prescriba el tratamiento adecuado.
Aparte de seguir al pie de la letra las instrucciones del médico, la persona afectada debe poner mucho de su parte para asegurarse una recuperación lo más rápida posible. Siguiendo una serie de consejos, es posible mejorar la calidad de vida del paciente.
1. Desterrar los pensamientos negativos
Cuando uno sufre una depresión se ve asolado por todo tipo de ideas destructivas, exageradas e irreales. Por ejemplo, se tiende a pensar que ningún problema tiene solución y que no se puede salir del pozo. Esto no es realmente así, pues el dolor se supera y la depresión se cura con el tratamiento adecuado. Se debe intentar racionalizar que esto es parte de la enfermedad y tratar de buscarle el lado positivo a las cosas, dentro de lo posible.
2. Escuchar música
La música puede mejorar el estado de ánimo. Lógicamente, conviene decantarse por temas alegres. También resulta importante tener en cuenta el potencial evocador de las canciones, que traen muchos recuerdos a cada persona, en función de los momentos de su vida en los que las ha escuchado. Por eso es preciso escoger los que traigan recuerdos positivos.
3. Ver películas
Al igual que la música, el cine (o las series televisivas) pueden alegrar el espíritu. Según el grado de la enfermedad, resulta más o menos complicado atender hasta el final del metraje. Es bastante habitual que el individuo no tenga ganas de nada, y mucho menos de realizar el esfuerzo intelectual que supone el visionado de un film. Pero se puede intentar o verlo poco a poco. Se puede suponer que lo más adecuado son comedias intrascendentes y musicales, que distraigan al espectador y al ser posible le pongan una pequeña sonrisa en la cara.
4. Realizar un esfuerzo para mantenerse pulcro y aseado
La persona depresiva tiende a descuidarse, al no tener ganas de hacer nada. Es bastante habitual dejar de ducharse y de cambiarse de ropa. Sin embargo, la limpieza es un factor fundamental para sentirse bien. Conviene escoger ropa de colores alegres.
5. Salir al aire libre
Resulta muy conveniente intentar dar un pequeño paseo, en función de la capacidad del enfermo, pues en muchos casos, dar la vuelta al edificio puede suponer todo un triunfo. La luz del sol y el oxígeno fresco son muy recomendables en estos casos. Mejor si es posible entrar en contacto con la naturaleza.
6. No permanecer solo
Los depresivos descuidan a sus amistades y no tienen ganas de ver a nadie. Pero permanecer solo en casa agrava la enfermedad y es muy importante relacionarse. Es posible sentirse mucho mejor si se intenta salir con amigos, y si se entablan conversaciones. Es bueno hablar de cómo se siente uno.
7. Llorar
El llanto es una catarsis natural. No se deben reprimir las lágrimas y dejar toda la tristeza dentro, sino es mucho más conveniente desahogarse. Es mejor hacerlo en un lugar tranquilo y en solitario.
8. Hacer ejercicio
Es bueno no sólo para mantener la forma física, sino también para el estado mental. Se calcula que los enfermos de depresión que hacen gimnasia tardan la mitad de tiempo en recuperarse. El problema es que cuesta mucho más de lo habitual. Incluso personas que están habituadas no tendrán ganas de moverse del sillón cuando están afectadas por un desorden anímico. Pero es importante forzarse, dentro de unos límites.
9. Descansar y dormir
El cansancio agrava la depresión. Por eso es muy importante acostarse temprano, y permanecer muchas horas en la cama. En una gran parte de los casos el paciente sufre de insomnio, por lo que conviene avisar al doctor, que podría llegar a recetar algún tipo de medicamento.
10. Tratar de mantenerse ocupado
Cuando no se tienen ganas de nada, resulta imposible realizar el trabajo y los deberes cotidianos, y se tiende a abandonar los hobbies, por desgana. Pero es importante centrar el pensamiento en alguna actividad. Se recomiendan pequeños trabajos manuales, jardinería o montar maquetas, aunque haya que hacerlo poco a poco.