Mejora la autoestima de tu hijo
Los padres siempre intentan proteger a sus hijos, pero son conscientes de que no pueden evitar que sufran y que pasen por experiencias para nada agradables. A pesar de que ellos siempre estarán ahí para sus hijos, tarde o temprano todo pájaro vuela del nido.
Para que los niños se desarrollen y crezcan de forma sana, para que no tengan problemas en día de mañana en el momento de lidiar con situaciones difíciles, hay que enseñarles algo básico: la autoestima.
Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas
La autoestima en los niños
La autoestima de los niños se forma en base a las relaciones que mantiene con las personas de su entorno cercano. A través de la expresión de sentimientos y emociones la autoestima se hará patente y es aquí cuándo podremos ver la imagen que el niño tiene de sí mismo y sí confía o no en sus posibilidades.
Lo más natural es que los niños desarrollen una autoestima alta, aunque es cierto que cada vez más sucede todo lo contrario. Si un niño no consolida una alta autoestima tendrá una percepción negativa de sus capacidades y habilidades e irá formándose una imagen para nada positiva de sí mismo.
Todo esto marcará su futuro, por eso es muy importante que los padres se preocupen por la autoestima de sus hijos. El tiempo ya irá minando poco a poco esa autoestima, pero si la base es buena, será mucho más resistente a todo aquello que pueda querer atacarla.
Para que los padres pongan su granito de arena si no saben cómo ayudar a mejorar la autoestima de los más pequeños, hoy brindaremos algunas pautas a seguir que pueden ser muy efectivas y positivas. ¿Has puesto ya en práctica alguna?
- Ser un modelo a seguir: los hijos copian e imitan todo aquello que ven por lo que si eres un modelo positivo para tu hijo, este también lo será. Piensa que no es tan necesario inculcarle ciertos hábitos y costumbres como que nos centremos más en cómo nos están viendo ellos.
- Poner límites y normas: las normas son importantes, pero para ello deben ser claras y coherentes. De nada sirve que estipulemos solo una norma para los hijos cuando los padres hacen todo lo contrario porque “son mayores”. Además, los límites les harán saber qué deben hacer y qué no en determinadas situaciones, lo que les hará sentirse seguros y favorecerá a su autoestima.
- Valora el esfuerzo, no el resultado: los padres tienden a castigar, criticar y recriminar a los hijos por los resultados y nunca valoran el esfuerzo que hacen. Esto mina la autoestima de los más pequeños y les da pautas para que tan solo se centren en la meta y nunca en el camino.
- Demuestra amor incondicional: los hijos no deben nunca ganarse el amor de sus padres, sino que esto es algo seguro. No se gana el amor incondicional portándose bien o sacando buenas notas. El amor va mucho más allá y pase lo que pase estará vivo.
- Incentívalo a que asuma riesgos: a veces sobreprotegemos a los más pequeños creyendo que esto les evita sufrir y pasar por malos momentos. De lo que no somos conscientes es que esto no les ayuda. Debemos incentivar a los niños a que asuman riesgos para que comprueben si es mejor tomar las riendas de algo y arriesgarse o mantenerse en la zona de confort sin avanzar.
- Déjalo que cometa errores: los padres tienen la manía de criticar y señalar cada error que cometen los más pequeños de la casa, haciendo que los niños piensen que cometer un error es ¡algo terrible! Déjalo que cometa errores para que pueda aprender de ellos. Enséñalo a hacerlo y su autoestima se verá incrementada.
No te compares con nadie, ten la cabeza bien alta y recuerda, no eres mejor ni peor; simplemente eres tú y eso nadie lo puede superar
Estos son algunos de los pequeños pasos que podemos poner en práctica para que nuestros hijos crezcan con una autoestima sana y fuerte. Pero, no te olvides de pasar tiempo de calidad con él y no lleves al extremo el hecho de ensalzar sus logros y aptitudes. Debemos encontrar un término medio donde la autoestima se consolide, pero que no convierta a nuestro hijo en una persona egocéntrica y narcisista.