¿Me estás mintiendo?
Las personas mienten y sí, tú también. A veces mentimos para caer mejor, para dar una imagen de nosotros que no es la real, para intentar resolver algún problema… Son muchos los motivos, pero aunque nosotros lo hagamos nos sigue molestando que nos mientan.
Quizás, en el caso de descubrir las señales que indican que alguien nos está mintiendo, también aprendamos a detectarlas en nosotros mismos. A veces, no somos conscientes de que nos delatamos con nuestros gestos, nuestras palabras y nuestros actos.
Nadie tiene la memoria suficiente para mentir siempre con éxito
-Abraham Lincoln-
En ocasiones, detectar la mentira es algo clave en nuestros trabajos. Quizás trabajes con identificando criminales o entrevistes a gente y necesitas, por lo tanto, saber si lo que están revelando es certero o completamente falso.
Signos delatores de mentiras
Aunque nos creamos muy buenos mintiendo, o aunque creamos que alguien lo hace realmente bien, la verdad es que siempre hay algo que nos va a delatar. A veces son pequeñas cosas, gestos nimios en los que si no tienes una capacidad de observación ampliamente desarrollada se te pasan por alto.
Hoy vamos a conocer algunos de estos gestos que te permitirán identificar quien te está mintiendo de las personas que se encuentran a tu alrededor. Algo que puede prevenirte y ayudarte a hacer relaciones sociales mejores.
- Su cabeza cambia de posición rápidamente: cuando realizas una pregunta y tu interlocutor mueve inmediatamente la cabeza, esto puede significar que tiene algo que ocultar. Puedes realizar la pregunta más de una vez para cerciorarte de que no es un gesto propio de él o de un simple espasmo.
- Su respiración se agita: para esto es necesario que prestes mucha atención, pues en ocasiones esto no se percibe apenas. Si notas que a tu interlocutor de repente parece que le cuesta respirar y su cuerpo, acorde con esto, se tensa, no lo dudes, te está mintiendo.
- Permanece muy quieto: cuando alguien miente sabe que tiende a moverse mucho, nervioso, de un lado para otro. Por eso, si se da cuenta, intenta permanecer en un estado de forzada inmovilidad.
- Repite palabras o frases: cuando alguien está mintiendo y sabe que tiene que resultar convincente, intenta repetir palabras y frases para reafirmarse en su mentira y convencer a su interlocutor de lo que está diciendo. Es en este momento, en el que se puede descubrir todo si se dice una palabra equivocada o incoherente.
- Da demasiada información: si nos vemos en la situación de mentir, intentamos dar la máxima información posible para que resulte convincente. Esto en vez de hacer que parezcas sincero, denota algo raro.
- Se toca mucho la boca: aunque no sucede en todas las personas, lo normal es que se tienda a tocarse la boca cuando alguien está mintiendo, aunque no tiene porqué ser por este motivo. También se puede llevar uno la mano al cuello o a otra parte de la cara como la nariz o las orejas. ¡Atentos!
- Parpadea mucho: hay algunas personas que tienen el parpadeo muy frecuente, pero este se ve aún más atenuado cuando uno está mintiendo.
- Tiene dificultades para hablar: cuando alguien miente durante un tiempo considerable, si te fijas, te darás cuenta de que le costará cada vez más hablar. Se le secará la boca, tartamudeará y se hará patente el estrés que sufre al no resultar natural y convincente en su discurso.
- Mueve demasiado los pies: hay personas que son más inquietas que otras, pero fíjate en si ese movimiento de pies es natural o sucede por algo. En ocasiones, mover demasiado los pies implica que no estamos cómodos, que estamos nerviosos y que podemos estar mintiendo.
- Se muestra a la defensiva: cuando una persona miente, puede tornarse algo hostil y a la defensiva. Si no sabes el motivo, puede ser que te esté mintiendo, ¡cuidado!
El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad
-Aristóteles-
Como bien hemos dicho, no podemos tomarnos estos signos al pie de la letra, pues muchos serán simples manías o gestos carentes de sentido. Lo mejor es saber apreciarlos y comprender que pueden ser grandes delatores de mentiras.
Mantente con los ojos abiertos, no te dejes engañar y comprueba en ti mismo cómo actúas cuando mientes. Esto te ayudará a comprender lo mucho que te estás exponiendo hacia la otra persona, pues realmente no mentimos tan bien como queremos creer.