El mayor placer lo da entregar tu cuerpo a quien se enamoró de tu alma
Un encuentro sexual que no tenga carga afectiva, no podrá nunca compararse con hacer el amor. El hacer el amor es una entrega que va más allá de la parte física, es como si fuesen las dos almas las que lograran fusionarse en un acto donde los dos están dispuestos a entregarse.
Evidentemente el placer que otorga el sexo es indiscutible, los seres humanos estamos dotados con un sistema que reacciona con mucha facilidad a la estimulación sexual y nos inunda de hormonas de felicidad y placer a través de cada acto que encierra intimidad. Sin embargo, el placer explota en su máxima expresión cuando sumado a un encuentro íntimo, se pone de manifiesto el amor.
Solo quienes han llegado a estar con quienes realmente aman, podrán validar el factor adicional que representa el que los sentimientos estén involucrados, donde no basta con una satisfacción física, sino que se deja huella en el interior del otro.
Hay quienes con tal de lograr tener un encuentro sexual con alguien pueden llegar a engañar, a fingir, a pretender y una vez logran su objetivo, cambian, se retiran o pierden el interés. Si una persona te busca solo para eso, pero pretendiendo querer algo más, no te sientas mal, no sientas que has caído en una trampa, siente la fortuna de que se aleje de ti alguien a quien no vale la pena entregarle más que el cuerpo… y si lo disfrutaste, mejor todavía.
Existe una serie de tabús, asociadas al género y lo que busca cada quien en una relación, cabe aclarar que no todas las mujeres buscan amor y no todos los hombres buscan solo sexo. Aunque sí hay un buen porcentaje que obedece a esta conducta, no es una regla que las mujeres estemos tras el príncipe de nuestras vidas, mientras que los hombres anden marcando checks en sus listas personales. En la vida hay de todo y para todos.
Lo realmente importante es estar en la misma sintonía con la pareja a la que te vas a entregar, para que no se generen heridas o frustraciones asociadas a las diferencias en los propósitos. Adicionalmente resulta conveniente estar claros que el amor es el ingrediente que le da al sexo ese toque sublime, donde la experiencia se torna especial, donde los puntos G parecen reproducirse y estar a flor de piel, pero que así como el picante, no para todos resulta agradable agregar ese ingrediente.
Establece tus intenciones y encuentra a quien las comparta, pero no pierdas nunca la oportunidad de entregarte y realmente hacer el amor.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet