RINCÓN del TIBET

¿De verdad quieres luchar por estar en la vida de alguien?

de verdad

¿De verdad quieres un lugar en la vida de alguien, por el que tengas que luchar?

Quizás lo primero que se nos venga a la mente al leer el título de la entrada esté asociado la posibilidad de disputarnos entre varios, un lugar en la vida de alguien más… Sin embargo, ese sentido de lucha lo haremos extensivo a la persona misma por la cual sentimos interés.

Lo que de verdad seria ideal es entender que cuando alguien nos quiere en su vida, nos abre un espacio en ella y en medio de las dinámicas ese espacio se va volviendo prioritario o por el contrario, se va reduciendo, incluso hasta dejarnos fuera.

Sin embargo, algunas personas se sienten en la necesidad de luchar por ese espacio, de meterse por las ventanas, de imponer su presencia, ante quien no está seguro de querer recibirnos ¿De verdad crees que eso esta bien?. Porque algo sí es seguro, cuando alguien está claro de que nos quiere en sus vidas, esto se nota a kilómetros.

Mientras que quien tiene dudas, pues titubea, dice algo hoy y otra cosa mañana, se niega, evade, nos coloca en posiciones incómodas e indeterminadas y esto puede ser válido en una etapa inicial, preliminar, donde la evaluación está tomando terreno. Pero una vez que ya hemos dado muestras de lo que somos y de lo que podemos ofrecer y aun no nos abren la puerta, pues el camino más digno es la retirada.

Quizás la otra persona esté enfocada en algo o alguien más, pero en definitiva, éste no es nuestro momento y resistirnos a ello puede resultar por lo bajo, humillante. Además nadie puede ofrecer su mejor demostración desde la súplica, desde la posición de que nos están haciendo un favor dándonos cabida.

Por lo que aunque duela, es necesario entender que quien no nos abra las puertas de su vida y nos dé nuestra correspondiente bienvenida, si es posible con fuegos artificiales incluidos, muy probablemente no sea quien merezca tenernos cerca.

Cada uno de nosotros merece algo especial, que nos haga sentir en el corazón de alguien como en casa, como en ese hogar cálido en donde todo está bien… No que nos están arrinconando, colocando todas nuestras cosas en un espacio diminuto, donde no tenemos voz, ni voto, eso de verdad no esta nada bien de una pareja… Lo que pasa es que a veces nos acostumbramos con poco y nos cuesta hacer memoria, nos cuesta recordar que somos seres capaces de tener lo que queramos en nuestras vidas, pero cuando lo hacemos, lo que nos cuesta es conformarnos con poco.

Recuerda preguntarte ¿De verdad vale la pena luchar?

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

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