A veces solo te tendrás a ti para darte ánimo, así que practica
Resulta muy agradable el contar con el apoyo de quienes nos rodean cuando atravesamos por situaciones particulares, sin embargo, muchas veces las condiciones no estarán dadas para ello, bien sea porque estamos lejos de esas personas, porque no hemos puesto en evidencia que estamos pidiendo un salvavidas, porque no estamos rodeados de ese tipo de personas o bien no inspiramos que nos impulsen.
Cualquiera que sea el motivo, sin detenernos a analizarlo, nos hace pensar que podemos ser autosuficientes y que podemos encontrar en nosotros mismos la motivación que quizás sentimos necesitar de un ente externo. Efectivamente es así porque te tendrás a ti.
Para ello es necesario el reconocimiento y la valoración, de lo que somos, de lo que tenemos, de todo nuestro inventario y desde allí resultará sencillo decirnos a nosotros mismos: “eres un ser con capacidades ilimitadas, múltiples virtudes y millones de posibilidades a tu alcance”. Cuando entendemos esto, nuestros pasos se hacen más ligeros.
Ya el hecho de convencernos de esa afirmación resulta muy beneficioso, porque muchas veces el problema radica en que no somos capaces de reconocer eso que somos, que no es un invento, es así, somos todos, por naturaleza seres maravillosos, con capacidad de crear nuestras vidas a la carta, pero vivimos saboteándonos.
El solo hecho de esperar de alguien ánimo, reconocimiento, apoyo, solo habla de lo poco que nos conocemos, del poco valor que nos podemos dar y de la importancia que le damos a los estímulos externos. No necesitas la aprobación de los demás porque te tendrás a ti para darte el reconocimiento que necesites.
Entendamos que mientras mantengamos vivas esas creencias limitantes, estaremos cerrando el torrente de bienestar que habita en nuestro ser, aprende a decirte a ti mismo:
¡Tú puedes, porque siempre te tendrás a ti!
Confía en tu intuición cuando susurre, poco a poco te irás sensibilizando ante su voz y no tendrás que esforzarte, ni silenciarlo todo para escucharla, ahí está el ánimo que necesitas, la confianza y la calma.
Celebra tus logros, por pequeños que parezcan, anida en tu mente pensamientos que te generen bienestar, que te dibujen sonrisas en tu rostro, el mantenerte conectado con lo que te hace bien, te mantendrá la mayor parte del tiempo creando cosas agradables a tu vida y cada vez las situaciones en las que sientas necesitar una grúa se distanciarán, porque irás siempre con tu salvavidas de la confianza puesto, que te dará la certeza que incluso cuando no lo parezca, todo va por un buen camino.
Recuerda que solo te tendrás a ti, así que disfruta, reconócete y llega a donde te corresponde llegar.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet